"Comedor de Corazones": un refugio solidario en medio de la adversidad


 En el corazón del barrio San Martín Sur, frente a la Circunvalación y las vías del ferrocarril que cruzan por debajo, se erige el "Comedor Corazones", un oasis de solidaridad en medio de la adversidad. Desde sus humildes comienzos en 1999, este espacio histórico fue sido un faro de esperanza para los vecinos, especialmente para los niños y familias en situación de vulnerabilidad.

La historia del comedor comenzó con Nilda y su esposo Eduardo, quienes, con un profundo sentido de comunidad, decidieron iniciar este proyecto en respuesta a las necesidades urgentes del barrio. Aunque el comedor tuvo sus altibajos a lo largo de los años, la determinación de Nieves, hija de Nilda, permitió que la iniciativa continuara hasta el día de hoy.


En los últimos años, el comedor enfrentó desafíos cada vez mayores debido a la difícil situación económica del país. Sin embargo, gracias al apoyo de referentes de partidos políticos y la dedicación incansable de Nieves y su equipo de colaboradoras, el comedor sigue en pie, brindando alimentos y actividades recreativas para los más pequeños.

Cada lunes, miércoles y viernes a partir de las 18 horas, el comedor abre sus puertas para ofrecer una merienda y viandas a alrededor de 60 niños, así como 40 viandas para familias y personas mayores. Además de la comida, se realizan diversas actividades, incluyendo historias bíblicas y manualidades, proporcionadas por Andrea, integrante de la Iglesia Adventista de la zona sur.


"Es muy importante que los chicos conozcan a Dios. Cada vez que venimos, primero hacemos una historia bíblica, después la actividad manual y luego la merienda", expresó Andrea a Rosario Info. Además, con alegría, compartió su experiencia trabajando en el lugar: "Es importante porque ellos se sienten contenidos, que alguien los escucha. A mí me llamó la atención el apego de los chicos enseguida, no te conocen pero es como que ya hace rato que te conocen, entonces vos te sentís como que ellos realmente necesitan esa actividad, ese tiempo, por eso vienen. Es súper gratificante, es súper lindo cuando vos ves que te prestan atención, cuando vos ves que se interesan por lo que traes para hacer. Que te digan 'seño' es hermoso", concluyó.


Ante la creciente necesidad en el barrio, Nieves y sus colaboradoras anhelan expandir sus servicios y sumar más días de atención. Invitan a todos los rosarinos que deseen colaborar a acercarse al comedor en Platón al 1151 o a comunicarse al 341 305-2955 para quienes quieran brindar su apoyo con donaciones de ropa, alimentos o materiales para las actividades.


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